Giorgio Palacios, el entrañable “Giorgio” de ¡Cachún cachún ra ra!, atraviesa uno de los momentos más duros de su vida. A través de su cuenta de Facebook, el actor reveló que perdió su hogar en Acapulco tras el huracán Otis, fue víctima de un asalto violento y necesita ser operado urgentemente por una hernia inguinal. Hoy, sin casa ni estabilidad económica, vive en la sala de una amiga junto a su hermano enfermo y su perro Dogar.
Giorgio Palacios clama trabajo en medio de la peor etapa de su vida: ¿la Maldición Cachún cobra una nueva víctima?
La Maldición Cachún sigue activa: Giorgio Palacios queda sin casa ni salud
Palacios narró cómo su situación se agravó tras la pandemia. Durante años cuidó de su padre con cáncer y de su madre, también fallecida por la misma enfermedad. Su herencia se diluyó en gastos médicos. “Me quedé sin nada, pero con vida, y eso ya es ganancia”, expresó. Durante el huracán, perdió ropa, equipo electrónico y una valiosa colección de lentes. Sólo se salvó su perro. Aun así, el actor no pierde el sentido del humor: “Me quedé con las llaves del carro… pero sin carro”.
La historia dio un giro más oscuro cuando, tras mudarse a la CDMX, fue desalojado por la fuerza por un grupo de vándalos, quienes lo golpearon y le robaron pertenencias personales. Aunque ya levantó denuncias, no ha recibido justicia. Aun con tristeza y evidente desgaste físico, Giorgio asegura que mantiene la fe: “No me he rendido. Pero sí he sentido tristeza como nunca antes”.
La Maldición Cachún, como han denominado algunos a la serie de tragedias que han seguido a varios de sus excompañeros del programa, parece no tener fin. Actores como Viridiana Alatriste, Rodolfo Rodríguez, José De Mara y Rosita Pelayo han fallecido en circunstancias trágicas, mientras que otros como Pepe Magaña han enfrentado graves problemas de salud o legales. Hoy, Giorgio Palacios se suma a esta lista de artistas golpeados por la vida.
A pesar de todo, Palacios se mantiene activo creativamente. Está desarrollando un nuevo proyecto que mezcla comedia y suspenso, donde también participaría como actor. Sin embargo, asegura que no podrá avanzar si no logra operarse y conseguir un lugar digno para vivir. Pide trabajo, y también apoyo económico, compartiendo su número de cuenta (BBVA: 0482225859 a nombre de Jorge Alberto Palacios Álvarez).
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“Dios me dijo: ‘quítate el orgullo y pide ayuda’. Por eso lo hago, por mí, por mi hermano, y por Dogar”, concluyó con humildad. Su historia ha despertado empatía, pero también indignación entre sus seguidores, quienes exigen mayor apoyo a las figuras que dieron tanto a la televisión mexicana y hoy son olvidadas. La pregunta queda en el aire: ¿cuántos actores más deben caer para romper la Maldición Cachún?
